30 de març 2009

Vidas, cuando menos, sobresaltadas


En la huelga de brazos caídos no hay dedos que toquen teclas ni brazos que se eleven para cazar las nubes que nos escupen sin cesar. El sindicato nos ha llevado, junto con la astenia corporativa, a la catástrofe de la muerte civil. Vagando como zombies acabados de renacer corremos en busca de carne fresca que nos recuerde a la vida pasada, aquella que ya nunca volverá. Llegando finalmente a grandes lagos nuestra impaciencia nos lleva a lanzarnos al vacío a nadar. Extasiados acabamos perdiendo incluso esa mierda de vida que parecían habernos regalado de nuevo, y des del fondo de la charca vamos soltando aire poquito a poco, expirando sin quererlo, respirando como un globo chirriado.


6 comentaris:

  1. El etranjero30/3/09 22:46

    nadar y al fin volver

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  2. Alegria, ja fa dies que miro de que el teu llenguatge poètic traspassi la meva pell de rinoceront, de vegades massa dura.

    Mentrestant, ja em coneixes, llegeixo i callo, abans de dir qualsevol pocasoltada.

    Pero todo se andará ...

    Un petó

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  3. alegría1/4/09 23:53

    breatheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  4. El etranjero en el caso que no sucumbamos al tamaño del lago o a las turbulencias de agua dulce. Gracias por volver...

    Picard, doncs no em sembla bé que llegeixis i callis... no callis, sempre hi ha coses per aportar, ni que sigui només apreciacions particulars, subjectives, vàlides per a un mateix. A voltes també cal dir poca-soltades, a voltes cal un bri d'esperança.

    alegría, sobretodo que respiren debajo del agua, no?

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  5. alegría2/4/09 23:04

    Qué tarde de sobresaltos...

    PERO QUÉ BOCANADA DE AIRE QUE ME HAN DADO :')

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  6. alegría, pues sobresaltándonos iremos tirando adelante, no? Y con el aire a respirar bajo el agua y mirar los rayos del sol que entran.

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