20 d’octubre 2011

Doctorcito, doctorcito...


...no sé qué me pasa?


Me acusan todos los males y no sé defenderme de ellos; incluso han empezado a reproducirse y parecen ser ya toda una pandemia, por todos los rincones de mi cuerpo.

Las piernas arañadas no son más que una caricia suave de lo que pasaría más tarde. Después de una grandes vacaciones vuelvo con un síndrome post-vacacional, por suerte solo uno. La tensión de horror de la vuelta se materializa en una acumulación de músculos pétreos dolorosos en el hombro derecho. Un dolor de ida y venida, con altos y bajos, con tensiones y destensiones.


Pero ahí no acaba todo, no. ¿Qué puede producir dos horas y media de reunión del comité de empresa, sindicatos y toda la plantilla para la comunicación de un ERE? Pues eso mismo, un dolor de cabeza galopante, de caballo, dejando los equinos a correr. Ayer en formato de roca a punto de explotar, hoy con una presencia permanente de embotamiento y pesadez en los párpados.


Venga, ¿y le sumamos un síndrome pre-menstrual? Pues sí, también.


Doctorcito, doctorcito...


8 comentaris:

  1. ánimo, ánimo.
    jo hui he anat al doctorcito doctorcito a vore si em curava aquest mal, però no, que me l'he de curar jo asoletes :)

    coralet

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  2. A quin de tots ells et refereixes?

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  3. Ah! Però hi han doctorcitos? ...

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  4. Aquí els tens tots. De totes maneres tan sols és un, en la pell d'un altre i tots dos coneguts ;)

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  5. Cuando a mí me toque volver al trabajo voy a tener todos los síndromes habidos y por haber: pre, post, in, out, ...

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  6. Aunque no queramos es todo tan cambiante...

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  7. Pues sí, ya queda poco para la decisión final. Lo interesante es leer la carta de Nature, con sus respectivos comentarios. Ahí están escribiendo parte de los científicos y mostrando la verdad que no está saliendo. La evaluación externa de la ANEP suspendió a muchos grupos y finalmente no se aplicó.

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