28 de febrer 2015

Vidas ~ XV



La campagne défile de Ynot-Na


A la izquierda el sol del atardecer francés tiñe de un verde luminoso campos de viña y cereal salpicados por molinos de viento. Serio, no se ha quitado la chaqueta del traje en todo el trayecto. No se ha dado cuenta hasta aquel pequeño gesto iluminado que ella es así, libre y soñadora, más allá de un mundo que la acaricia aunque no se deje.

Después del desvío el verde se ha vuelto magnífico, las nubes también. A la derecha se ve la vía del tren, más allá una fina línea de humedales, una gran franja de azul cercano y otra más oscura al fondo. Ya han sobrepasado el lago cuando en la altura se intuye que era una lengua de mar invadiendo la tierra. Aterciopelados azules y verdes. Él ha girado la cabeza y le ha empezado a sonreír. Ella quiere alcanzar a ver el mar pero él siempre intercepta la mirada con una sonrisa esbozada bajo aquel bigote fino y alargado que sube y baja alegremente. Un par de miradas han cruzado el pasillo.

Al detenerse el autocar, el conductor ha dicho algo que él no ha entendido, por su aparente inmutabilidad ha percibido que ella sí lo había comprendido y le ha preguntado. No se han entendido.

Él estaba en España y no entendía el castellano, ahora ella va a Francia y no entiende el francés, una historia de incomunicación perpetua.
8.V.2014


16 de febrer 2015

Vidas ~ XIV


Solitudine - Erice, ADLH 2014
Solitudine - Erice, ADLH 2014

No se le había convocado. Pero en un momento de nostalgia se pensó que sería capaz de reunir el pasado, y se le llamó, aunque ahora sabemos que hubiera sido mejor dejarlo allí, en el pasado.

Fue después de recorrerse todo el país y justo antes de emprender de nuevo el gran viaje. Al llegar parecía estar a gusto, se cree que lo estaba, y tampoco se sabe si dejó de estarlo. Simplemente ahora miran hacia atrás para comprender en qué momento decidió romper el pacto y no hacer lo que se le había encomendado.

Dejar satisfecha a la mujer que había dejado en el punto de partida. Solo tenía que hacer lo que se esperaba de él, aunque quizás pecaron al no decírselo, al confiar que él lo comprendería. Si lo hubiera entendido y hubiera sentido otra vez, aquel fondo brillaría en sus ojos y provocaría el encendido de una llama del pasado que dejaría en penumbra el oscuro presente. Pero no.


11 de febrer 2015

Pienso más en ti de lo que te escribo


Descifro el entusiasmo que esconden
las repeticiones de tus letras...



Haber dejado de ser fiable. Que ya seré yo quién decida, aunque sea a última hora y deje tirado a quién sea y cómo sea. Acabé aprendiendo lo peor de ti, cuando me podría haber quedado con aquella perseverancia en conseguir tu objetivo. Ahora que lo disfrutas y que estáis juntos, yo me quedaría con sentir el calor que desprendíais abrazados y estar a vuestro lado viendo una película en aquel sofá helado. No necesitaba nada más, y mis yemas acariciando furtivamente tu jersey sin que él se pudiera dar cuenta. Nada más, no necesitaba nada más. Miento, me gustaría mucho más. Volvería a verte como aquella vez en un sueño y te observaría cómo afrontas ahora lo que te viene. Ya no estoy allí, no parece ser mi lugar. Miento, me gustaría estar ahí, pero ahora quién debe disfrutar eres tú. Por fin te tocó el turno de vivir.

Nunca he sabido permanecer hasta el momento de recoger los frutos. Nunca, fue siempre así, y ahora solo puedo imaginar vuestras risas. Me alegro, y mientras, pienso en la parálisis que te provocan mis caricias, en si algún día tendremos una relación sexual nuestra, sin barreras mentales, sin deudas, para disfrutarla. No miento.

I.2015

 

08 de febrer 2015

Vidas ~ XIII


Fue en ese preciso instante cuando empezó a desintegrarse. En adelante todo fue decadencia en su cuerpo y en los que la rodeaban. Empezó a fallarle la vista, después las piernas, y poco a poco fue perdiendo vida. Se dejó llevar por aquel espacio inerte que llegaría y del cual ya era espectador. Su alrededor también caminaba el paso de un tiempo que ya nos puso fecha de caducidad.

21.XII.2014


07 de febrer 2015

Eran témpanos de hielo


Eran témpanos de hielo, la estampa fascinaría a Aki Kaurismäki. Personas con la mirada perdida mientras el agua fluía, burbujeaba, humeaba. Cada uno en su mundo, entrando en un trance en el que se dejaba llevar. Ese juego en el que dejas que el agua circule por tus venas hasta que congele los pensamientos. Entonces ese instante y nada más, solo tus ojos perdidos en la eternidad.

21.XII.2014