|CATALÀ|
Avui he anat al supermercat i m'ha atès una noia ben maca. Quan anava a pagar m'ha ofert una bossa de melindros que estava d'oferta, però com no tinc intenció de fer xocolata desfeta, després de mirar el nom que posava a la seva targeta d'identificació, li he dit:
- Moltes gràcies senyora Dalmau, però no en necessito.
M'ha dit el que costava la meva compra, he pagat, m'ha tornat el canvi i ens hem acomiadat. He tornat a casa i deixat les coses a la nevera. Després de recollir una mica la casa he marxat cap al cinema i en tornar, m'he capficat en veure una nota a la porta:
- T'he deixat una bossa de melindros i un paquet de xocolata en pols per a fer xocolata desfeta a la taula del menjador. Què vagi de gust i el proper cop no et deixis la porta oberta. Sra. Dalmau.
|CASTELLANO|
He ido al supermercado y me ha atendido una chica bien maja. Cuando iba a pagar me ha ofrecido una bolsa de melindres que estaba de oferta pero como no tengo intención de hacer chocolate a la taza, después de mirar el nombre que ponía en su tarjeta de identificación le he dicho:
- Muchas gracias señora Dalmau, pero no los necesito.
Me ha dicho cuánto costaba mi compra, he pagado, me ha devuelto el cambio y nos hemos despedido. He vuelto a casa y he dejado las cosas en la nevera. Después de recoger un poco la casa he ido al cine y a la vuelta, me he preocupado al encontrar una nota en la puerta:
- Te he dejado la bolsa de melindres y un paquete de chocolate en polvo para hacer chocolate a la taza en la mesa del comedor. Que te aproveche y la próxima vez no dejes la puerta abierta. Sra. Dalmau.
Avui he anat al supermercat i m'ha atès una noia ben maca. Quan anava a pagar m'ha ofert una bossa de melindros que estava d'oferta, però com no tinc intenció de fer xocolata desfeta, després de mirar el nom que posava a la seva targeta d'identificació, li he dit:
- Moltes gràcies senyora Dalmau, però no en necessito.
M'ha dit el que costava la meva compra, he pagat, m'ha tornat el canvi i ens hem acomiadat. He tornat a casa i deixat les coses a la nevera. Després de recollir una mica la casa he marxat cap al cinema i en tornar, m'he capficat en veure una nota a la porta:
- T'he deixat una bossa de melindros i un paquet de xocolata en pols per a fer xocolata desfeta a la taula del menjador. Què vagi de gust i el proper cop no et deixis la porta oberta. Sra. Dalmau.
|CASTELLANO|
He ido al supermercado y me ha atendido una chica bien maja. Cuando iba a pagar me ha ofrecido una bolsa de melindres que estaba de oferta pero como no tengo intención de hacer chocolate a la taza, después de mirar el nombre que ponía en su tarjeta de identificación le he dicho:
- Muchas gracias señora Dalmau, pero no los necesito.
Me ha dicho cuánto costaba mi compra, he pagado, me ha devuelto el cambio y nos hemos despedido. He vuelto a casa y he dejado las cosas en la nevera. Después de recoger un poco la casa he ido al cine y a la vuelta, me he preocupado al encontrar una nota en la puerta:
- Te he dejado la bolsa de melindres y un paquete de chocolate en polvo para hacer chocolate a la taza en la mesa del comedor. Que te aproveche y la próxima vez no dejes la puerta abierta. Sra. Dalmau.
Será que tienes la tarjeta cliente del súper y eso debe ir incluído ...
ResponEliminaQuines confiances aquests valencians!... això és servei porta a porta i el demés són tonteries. I ja de pas podria haver fet la pols, no?
ResponElimina... o tancar la porta ;-)
si esta historia es verdad... llama a la policía o a los mossos d'esquadra ;)
ResponEliminaacabo de cerrar el pestillo de mi casa... gracias por acojonarme! sólo me faltaba coger paranoias con las cajeras del súper :)
ResponEliminallévale una taza a la señora dalmau... pero déjasela en su puerta!!!
Jejeje... muchas gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponEliminaActualización: hoy, después de trabajar he llegado a casa y me habían hecho una lavadora, estaba tendida, habían barrido y fregado la parte de abajo de la casa y casi pillo a la Sra. Dalmau porque me ha dejado el hervido al fuego y la carne descongelándose. Me ha dejado otra nota, dice enérgicamente que ponga una puerta blindada pero creo que eso no va con la Alegria, no le gusta lo de tener que cerrar diez mil cerrojos.
Un beso a los cuatro y a la Sra. Dalmau, que estoy segura que nos lee ;)
Qué valiosa lección hemos aprendido hoy con usted. No dejen la puerta abierta, es cierto, es tremendamente valiosa. Y qué gran corazón tiene la gente… de su barrio. Si eso pasara por estos lugares ya no quedaban ni melindres ni nevera ni casa.
ResponEliminaVoy a ir al supermercado más veces.
A veces hay gente buena por el mundo, mireque seguro que a la vuelta de su esquina encuentra una, quién sabe si algún día le podrá devolver un paraguas ;)
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