Abro la puerta de casa, en el mismo instante que él sale entra un perro minúsculo. Empieza a dar vueltas por todo el piso mientras su dueña lo llama des del piso inferior. Baja las escaleras y me dice adiós mientras confirma a la dueña que su perro se nos ha colado en el piso. No lleva collar y aunque minúsculo, es uno de esos perros que tienen lo dientes mal puestos y, sinceramente, no quiero que me los enseñe, así que espero a que el perro se dé cuenta que la voz de su dueña viene de las ultratumbas del piso inferior y no de alguna de las habitaciones del mio. Intento juguetear con mis pies a ver si se digna a salir, pero sin yo tener éxito su dueña sube a buscarlo. Con mi pijama y mis pelos le doy los buenos días a la vecina de abajo, que a la vez es la presidenta de la finca. Se ha escondido detrás de la puerta del comedor pero ella lo coge y se lo lleva en brazos mientras entorno la puerta. Directamente voy a buscar el cubo de la fregona. El perro ha dejado su líquido regalito.
Ay, qué mono el perro, qué simpaticotes son, qué gran servicio hacen a la humanidad... vale, me paso, pero no me gustan los perros, qué le voy a hacer, no soy perfecto. Más que los perros, no me gustan sus dueños, casi todos, laro, porque mi vecina que... vale, vale, se me va la pinza otra vez, a lo que iba, por favor, cuiden y respeten la ciudad, y el suelo, que se pueda andar tranquilamente. Gracias por su plataforma, miss de la huerta.
ResponEliminaDeberías haberle aullado, Alegría, aullado como loba que defiende sus cachorros.
ResponEliminaAl igual que Jesús, que esta mañana ha tenido el privilegio de ser nombrado en Musica es Tres (El mejor programa de radio después de la Rosa de los Vientos), tampoco me gustan los perros de ciudad. Adoro los del campo porque allí, si suelen cumplir su función.
Es más, ayer subí una entrada que hace referencia al tema.
Hola Alegria! He visto que tienes un blog sobre el músico mallorquin Joan Martorell. Tengo una amiga que creyo oir en una entrevista de ib3 que le felicitaban por ser padre. Podrías decirme si Joan tiene família propia? Creia que no.
ResponEliminaTe dejo mi mail por si quieres escribirme laura_sindone@yahoo.es
Gracias!
@Señor de la Suburbia, así que su mente se iba hacia su vecinita... aquella a la que fue a llevar el paraguas?? Bueno, pues sí, en realidad los guarros (no se corte) son los dueños. El pobrecillo que entró en mi casa se meó de miedo y ya está, no hay más. Ah, y tome estas huertas a modo de cajón en medio de HydePark y diga lo que le venga en gana, usted tiene carta blanca ;)
ResponElimina@Sir Alsen Bert, usted me quiere volver loca o lo dejo ya por imposible. Micropene y infinita personalidad. Yo no defiendo ningún cachorro y espero no tener que hacerlo nunca :$ Respecto a su poco amor por los perros de ciudad y la adoración por los perros de campo estoy de acuerdo, que campen, que corran y que hagan su vida! Que de amigos del hombre no tienen nada, son esclavos del hombre!
@Laura, benvinguda a l'Alegria!! Tengo un post sobre Joan Martorell y sé que debería escribir otro sobre su Capturant un sospir pero nunca encuentro el tiempo. En la barra derecha sección de música tienes el link a su web oficial. Escuché una entrevista en la radio balear en la que explicaba todo lo que le había sugerido para componer su disco, ya que se trata de un disco instrumental está muy bien poder saber qué sentimientos o situaciones le hicieron crear esas atmósferas que consigue crear. Ya en esa entrevista afirmó que el principal motivo fue el hecho de ser padre, sí Laura, Joan tiene una nina de más de un año.
Alegria, muchas gracias por sacarme de dudas. He escuchado el disco de Joan en parte y es una delicia para los sentidos. Tienes razón en decir que sabiéndo el motivo de la inspiración de una pieza musical, llegas a un mejor entendimiento de la misma, aunque dejarse llevar por lo que te sugiere, también es un placer.
ResponEliminaGracias por tu respuesta, un beso!
Ay!, Alegría, si Pipo pudiese llegar a un teclado, seguro que rebatiría su argumentación... o no
ResponEliminapor lo menos no dejó un regalo solidificado en forma de pastel recién sacado del horno...
ResponEliminapor cierto, a mi tampoco me gustan los perros... pero el mío está muy bien educado para que no haga sus necesidades donde no debe (ahora tengo que enseñar a que no de mordisquitos de felicidad a la gente y ya será perrofecto)
saludos!
@laura, sí que Capturant un sospir es un regalo para los sentidos. A mi también me gusta cerrar los ojos y dejar que simplemente fluyan sus notas por mi cuerpo. Una de las situaciones perfectas para sus piezas a mi buen parecer sería en una hamaca frente a las olas del mar con los ojos cerrados, el silencio y la brisa.
ResponElimina@funciunari-u, lo que piense el Pipo ya sabe que bien poco me importa. Lo que piensa mi ahijada Kyra aun, pero no más :p
@lo, estoy aun cruzando los dedos para que no se vuelva a meter y me deje una caguerà. Mordisquitos de felicidad, que sugerente.
Yo quiero que me den mordisquitos de felicidad.
ResponEliminaY yo...
ResponElimina