Pronto descubrí que la vida consta de dos elementos contradictorios: uno eran las palabras, que pueden cambiar el mundo, y el otro era el propio mundo, que nada tiene que ver con las palabras [...]. He escuchado con frecuencia que la espada y la pluma en el Japón siguen el mismo derrotero. Lo cierto es que sólo se juntan en el momento de la muerte.Yukio Mishima
Cuando se mata, en su maletín, tiene una katana y un cepillo. Su idea era abrirse el estómago, sacar sus tripas, agarrar el cepillo, mojarlo en sangre y escribir un poema. [...] En el momento de su muerte quería que el lápiz y la espada, la poesía y la acción, el arte y la vida fueran una misma cosa.Antonio Weinrichter (Cahiers du cinéma España)
el poema no podria por cierto ser la Odissea
ResponEliminaQue dilema, la pérdida de la tradicion en aras del progreso. Y que resultado el de la ecuación. El resultado japonés es único, yo creo que en él coexisten subyacentes algo de Mishima, con algo del más pragmático y prostituido occidente.
ResponEliminaEl Etranjero, pues quién sabe... se lo tendríamos que preguntar ;)
ResponEliminamikkonoss, ya en su supuku la población no hacía caso.
Pero aún hoy, hay quienes se suicidan por haber fallado . Paradójicamente incluso por objetivos de alguna manera extraculturales, "to be the number one" en una empresa, o un examen de ingreso a una Universidad.
ResponEliminaO por no lograr acabar una tesis y ver como el camino se nubla.
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