Sugar lumps by squacco
Tenía un nosequé, quizás era paz, bondad, tranquilidad, un áurea o simplemente en aquel momento había cruzado una leónida especialmente incendiaria. Le miré a partes iguales por el retrovisor central y mis ojos. Mientras esperábamos que el semáforo nos diera paso bajé mi mirada y vi que tenía la guantera repleta de azucarillos. Por un momento pensé que un domador de caballos me había secuestrado. Dejamos la tartana roja y emprendimos nuestra travesía. No me convenció su explicación sobre el origen de los azucarillos y, bajo el riesgo de acabárnoslos todos, decidí seguir sus pisadas por muy dulces que fueran.
me encanta el dulce :)
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