Cada día, después de desactivar el salvapantallas, lo primero que hago es mirar como están los japoneses. Esperando descubrir un nuevo embate o sacudida antes que las autoridades, los medios de comunicación y ellos mismos lo noten. Hoy ha ocurrido eso, cuatro puntitos amarillos de cuatro. Han ocurrido otras cosas y estoy llegando a una conclusión: no hay muerte sin vida. Últimamente me pasa que cuando muere alguien, propicia que otra alma resurja en este planeta. El Universo, como decía Carl Sagan: somos polvo de estrellas. Me despierto pensado que mis átomos un día fueron parte de una supernova. Quién sabe si al final nos convirtamos en púlsares, que saltemos periódicamente de cuerpo en cuerpo coincidiendo con nuevas muertes y nuevas vidas.
Qué forma más reconfortante de decir que no somos nada
ResponEliminaDepende del aumento que utilices en el microscopio electrónico ;)
ResponEliminaaaah como me gusta pasearme por este huerto y recoger pensaciones como esta. Recomforta.
ResponEliminaAquí no vendemos pepinos con E.coli ;)
ResponEliminaGràcies per passar-te, et trobem a faltar ;)