Ayer
cené con Jordi, mi amigo del cole que hace siete años me miró a los ojos y
me dijo que yo había sufrido abusos sexuales infantiles, que él lo había reconocido y que a él
también le había pasado. Era la primera fiesta de reunión del cole después de diez años, y tengo que decir que me dejó bastante trastornada, pero no fue hasta hace dos años que volvió a aflorar todo. Este fin de semana nos volvimos a encontrar en
otra cena de cole, y me dijo que tenía cosas que explicarme, que habían
pasado muchas cosas en estos años. Ayer cené con Jordi.
Hasta
ayer por la tarde no empecé a estar un poco nerviosa, y fue mientras le
esperaba a la salida del metro que me invadió el miedo. Pero solo duró hasta su llegada, después fue
todo bien, muy bien, descubrí una persona que no conocía. Me abrumó su cultura, nunca pensé
que aquel niño se convertiría en esta gran persona que es ahora.
Hablamos
mucho, aunque en realidad esto no ha sido más que el inicio de la
conversación. No sé hacia donde llevará todo esto. Le tenía miedo pero a la vez me provocaba curiosidad, ¿y si tuviera la clave?, pero ya no lo
tengo, hoy me sentía tranquila. No sé lo que voy a hacer, no sé si voy a
leer sobre el tema, no sé si me voy a meter en algún foro, no sé si voy a ir a las terapias de la fundación, no sé si voy a hacer algo, tampoco sé si seguiré escondiéndome
y huyendo. Pero me sentí bien, me siento bien, y quiero seguir
hablando.
Un besito y buenas noches.
Jordi es sólo el mensajero, la alarma de la agenda que suena para que hagamos algo, o no lo hagamos. Encantador mensajero pero mensajero al fin y al cabo. La clave de todo la tiene usted. Siempre la ha tenido. Y no tiene ni incluso que acertar en su decisión, solo tomarla. A mi cuesta horrores tomar decisiones, pero es fácil decir a los demás lo que tienen que hacer.
ResponEliminaEfectivamente, esto es tan solo un pequeño toque para ponernos con las manos en la masa para resolver aquellas cosas importantes, ya que sino seguimos arrastrándonos por nuestras descafeinadas vidas.
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