27 d’octubre 2012

La caló, la terreta, el vent i el que calga


A la espera d' AlegriaDeLaHuerta (24.V.2012)


Al cantar ací,
al sentir el ritme,
al besar-te així,
i és que puc sentir-te.
I si alce el dit
contemplant la teua lluentor,
al tocar-te ho sent;
bola de foc ardent.

La caló, la caló,
xè, quina caló!

Respirant-te ben a prop,
o al somniar amb tu,
la temperatura puja
pel melic madura.
Si m'estàs pensant,
això és imprevisible,
però un poc, eh! Ho sent;
bola de foc ardent.

La caló, la caló,
xè, quina caló!

La caló (Línia de Foc)   



A Remigi Palmero el vaig conèixer fa uns pocs anys, a l'època daurada de l'OCCC. També van ser concerts els de Julio Bustamente, Feliu Ventura, Miquel Gil, Clara Andrés o E.S.O.C. entre d'altres de més aquí o de més enllà com Anari, Jabier Muguruza i Tiu. Però d'aquells concerts ja no queda res, bé , queden aquells records i aquelles melodies. Moments. Moments. Moments. Aquesta cançó de Remigi Palmero se'm va quedar al cap, mai més l'he escoltada, no la tinc, no la trobo. Poc a poc, com aquells instants que vaig viure allà es va desdibuixant tot. La cultura, la identitat, les persones, els drets,  el coratge, la força i l'energia. Sense haver marxat la melangia m'amara i deixo contaminar-me, perquè aquest país ja ha passat també a ser meu. No me'n sé avenir que darrerament tot ho faig per últim cop, m'he de convèncer que serà per a dir que en faré d'altres per primer cop. Passejo amb els camals mullats, em pesen imatges de el que hi he viscut, a empentes i rodolons, cridant i plorant, estimant i rient. Aquesta terra...


Hui fa vent i corre l'oratge. Li diu la roba estesa a les persianes. I camine sense pressa, sorpresa pel circuit d'alguna fulla seca. Li pregunta qui passa el balcó a la maceta. Hui fa sol, renega el paraigües. Mai plou a gust de tots diuen les àvies. I camine sense pressa. Que si fa sol no té trellat caminar més apressa. Li pregunta qui passa el balcó a la maceta. Una que riu li diu que no fa tard i viu sense cap pressa. Que és com el vent, li diu, que és com el vent li diu la roba estesa a les persianes.
Hui fa vent (Dies i dies)
Clara Andrés


19 d’octubre 2012

Miles de colores


arcoiris para todos by AlegriaDeLaHuerta


Un día llegaron miles de colores, bueno en realidad fueron dos, dos días, dos situaciones, dos pellizcos en la mente. La primera vino de una amiga de la universidad cuando me dijo que para qué vestirse con colores apagados y aburridos si para eso ya estaba la vida. Con el color de nuestra vestimenta podíamos levantarnos el ánimo y decidí ponerlo en práctica. La segunda fue cuando empecé mi segunda etapa universitaria, fue una decisión por pura logística y simplicidad. No podía ser tener la ropa interior de color blanco y el resto de colores. Eso no auguraba nada bueno, solo crearía desajustes horarios, gastos tremendos de agua e incluso catástrofes cuando a los colores les diese por invadir al impoluto territorio blanco. Fue así que decidí atacar al último reducto monocromo y crear un surtido de ropa interior que cubriese todo el espectro de la luz visible.


17 d’octubre 2012

Hui pensava en Teresa Pascual






I encara tems com tems l'amic que estimes
amb totes les maneres d'estimar
malgrat saber que en qualsevol moment
algú dels dos sense dubtar a penes
parlarà del major dels desacords

Rebel·lió de la sal, 2007


13 d’octubre 2012

169.000Kr och två älgar


169.000Kr och två älgar by ADLH


Dos alces por 169.000Kr, así está el mercado. Dos alces estampados sobre tela por 169.000Kr, una manera barata de viajar a tierras suecas. Sí, sí, tenéis razón, también podría acercarme a un Ikea y pasearme un rato por ese laberinto dirigido, sentarme en todas las sillas y estirarme en los sofás. No necesitaría 169.000Kr y habría ido y vuelto a Suecia sin más. También es una opción.

He tomado una resolución. Tal como está el país y mi economía voy a hacer como que gasto. ¿Cómo? Sencillo. Cuando compro algo nunca rompo la etiqueta, deslizo el plastiquillo blanco por el agujero y me quedo con el artilugio intacto. Una vez devolví unos pantalones después de usarlos y ver que no había escogido la talla adecuada. La etiqueta de vuelta por el agujerillo y hacia la tienda. En este tiempo he logrado hacer acopio de etiquetas, y ahora me pego la fiesta de la compra un par de veces a la semana. Meto la cabeza en el armario y busco aquellas prendas que olvidé en el fondo. Les introduzco etiqueta y hacia el fondo de una bolsa. Salgo de casa y me doy un paseo, va muy bien para la salud que te toque el sol, además que de momento no cobran por ello. Entonces llego a casa con bolsa de compra llena de ropa nueva por estrenar.

Y así, así capearemos la crisis, hasta que llegue el momento de los huevos de madera para zurcir, los patronajes caseros y los cupones de racionamiento.


10 d’octubre 2012

Pescar un tortellini


También me pasa que cuando no encuentro el colador por ningún lado tengo que recurrir a métodos menos sofisticados. Cuchara, cazo de canto y verter el caldo. En Italia no lo hacen así, ellos toman la pasta en sopa, y claro ¿por qué deberíamos desechar tal jugo? Así que con mi nuevo método siempre hay un tortellini que se me cuela y aparece flotando entre los cacharros por limpiar de la última cena. 

Así es la vida, a veces te cuelas entre el resto de tus compañeros
pero el culo acaba pasando factura y te caes por el fregadero.


03 d’octubre 2012

Acopio agitado



Fingers by Ian Kennedy


Los dedos temblequean solo calmándose al reposar sobre las teclas. Las ideas borrosas palpitan en unos dedos que traducen a pulsos eléctricos una música que troca imágenes viajando del pasado. El recuerdo vital que se esclarece resaltando los signos. Se ha instalado un púlsar que no permite conciliar el sueño cuando ataca con esas claras y tormentosas imágenes que dicen:

Sin conocerte casi,
sin conocerme casi,
sin conocernos nuestras circunstancias.

Distintos puntos de cambio se acaban atrayendo.
Sin remedio me dejo fluir por la vida y contagiar por lo que venga,
entrando en un juego que transgrede toda integridad.

Una noche sin fin,
eterna
la última lectura antes de apagar las luces
suceden
besos suaves en mejillas acolchadas
jugando al escondite de unos labios ciegos
recorren el cuello hasta expulsar un gemido
jadeos circulares de cuerpos infinitos,
comernos      
la boca
el sexo,
cartografiarte y contar mis huesos
copiar tus pies en los míos
danzar en un trance sonámbulo.

Los dedos ya no tiemblan pero las imágenes bombardean las pupilas con la culpa de unas sábanas teñidas en sangre y el relucir del filo rabioso de la sierra. He clavado las uñas en mis delicados brazos pero la ropa entrelazada de la camisa que me circunnavega no puede ser rasgada.



Este texto fue publicado por primera vez en Contra-Escritura (5.9.2012)