mago tago, gracias por pasarte por aquí. Pues sí, muchas veces no se debería poner ningún límite y que el mismo infinito hiciera su trabajo. La huerta está abierta a tus visitas y tus comentarios.
funciunari-u, pues ahí, a seguir intentándolo a ver si alguna vez suena la flauta.
Airin, rebenvinguda per la huerta, razón tienes en que parece que se nos ponen límites por todos sitios... y de los que no nos damos cuenta, no? Nos están quitando la capacidad de pensar, de discurrir, de decidir por nosotros mismos, de crecer, de argumentar... Total, por qué cortarle el camino a una pobre pata con sus patitos ;)
en el infinito, o más allá...
ResponEliminaY porque, por mucho que lo intentes, nunca quedan alineadas? eh?
ResponEliminamago tago, gracias por pasarte por aquí. Pues sí, muchas veces no se debería poner ningún límite y que el mismo infinito hiciera su trabajo. La huerta está abierta a tus visitas y tus comentarios.
ResponEliminafunciunari-u, pues ahí, a seguir intentándolo a ver si alguna vez suena la flauta.
limites, maldita palabra que últimamente escucho demasiado…
ResponEliminaAirin, rebenvinguda per la huerta, razón tienes en que parece que se nos ponen límites por todos sitios... y de los que no nos damos cuenta, no? Nos están quitando la capacidad de pensar, de discurrir, de decidir por nosotros mismos, de crecer, de argumentar... Total, por qué cortarle el camino a una pobre pata con sus patitos ;)
ResponElimina... en el cuarto patito, el de la mirada perdida :D
ResponEliminauna abraçada enorme, Alegría.
Azogue, doncs jo diría que és el penúltim... petons!!
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