Siendo pequeña quería tener fiebre. Tenía un libro sobre inventos íntimamente ligado a la enfermedad y al estar postrada en cama. Pero lo que más esperaba eran los centímetros de más que ganaba después de los días de fiebre. Debía pensar que algún día llegaría a tocar las nubes. Hoy, cuando salga de casa, me iré directa a la farmacia que tengo delante de casa, a ver si la magia de la fiebre ha seguido actuando en mi. ¿Cuántos milímetros esta vez?
A mi me gustaba tener fiebre de pequeña porque era la única vez que me dejaban tomar Fanta de limón, qué cosas, era como un maná...
ResponEliminaseguro que estás más cerca de las nubes ahora ;)
besos!
Yo lo hacia por el arroz con jamón york que me daban.
ResponEliminaLola, vaya fiesta entre la fanta de limón y las magdalenas... si al final tu madre no sería tan mala ;) Ah, y sí un poco más cerca de las nubes sí estoy, buen fin de semana! Por cierto... he oído que La ola (Die Welle / The wave) puede estar bien... ya veremos!
ResponEliminaglog tengo que reconocer que a mi, sí, me encanta el arroz hervido y el suqillo de arroz hervido... buenísimo!!
guau, yo no hacía-haría nada para tener fiebre, por muchos beneficios que ella trajera... aunque hoy si, concientemente estiro la cuerda sutil de los mecanismos de defensa... ... fumando.
ResponEliminaPor qué no me pongo enfermo más a menudo. La gente falta a clase o al trabajo, y uno entre que parece inmune a las enfermedades y esta cosa llamada ocnciencia, siempre asisto a todo.
ResponEliminaRecuerdo ahora una de las pocas veces que llegué a tener fiebre: Era fin de semana (qué cruz) y era el concierto de Sr. Chinarro. Acudí con borrachera d antibióticois, pero acudí, merecía la pena, lo que nadie esperaba fue la tremenda tromba de agua siguiente... y vuelta a la cama. Ahí debería estar yo ahora mismo.
mikkonoss... ni por una leve fiebre? No dejan de ser los síntomas de una pequeña batalla interna... a veces van bien, para renacer más robustos de las cenizas. No fumesssss!
ResponEliminaSeñor de la Suburbia, usted está un poco mal, eh! Yo tampoco me suelo poner mala, pero mire.. un pico de 38 grados de vez en cuando no va mal ;)
Ostres! És veritat que creixíem amb les febrades!! hehehe Jo vaig fer una súper estirada als 10 anys, prò després, tenint en compte que només he tingut febre dos cops... Tampoc no he crescut gaire més! hihihi
ResponEliminaPotser que busqui aquest llibre, a veure si agafo una mica de febre i creixo una miqueta més! ;)
Jejje... doncs jo no seria per la de cops que vaig tenir febre... però les crescudes van ser importants ;) Es tractava d'un llibre molt maco que a travñes del temps t'explicava l'evolució dels invents. Molt interessants, sobretot quan el cap no pot pensar gaire i la mare no para de fer neteja a tot el pis ;)
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