Swrimp dealers by Xals (Delta de l'Ebre, 15.8.09)
Collage by AlegriaDeLaHuerta
Collage by AlegriaDeLaHuerta
El domingo pensé que había llegado el otoño. El tren iniciaba su viaje hacia el sur. Penosamente se arrastraba por el túnel hasta salir a la superficie donde la luz iba desapareciendo. En el vagón hacía frío y las ideas tristes volvían de sus vacaciones para agolparse en mi espalda como una gran piedra de los harrijasotzaile. Las lámparas anaranjaban las cansadas calles costeras y entonces a lo lejos me pareció verlas mojadas cuando no era más que el sudor de la alerta roja. Ya en la negra noche una llamarada me despegó de mi asiento para devolverme a la realidad, este verano nos hemos quemado todos. Era una de esas chimeneas que soplan fuego todos los días del año para acabar trazando las pinceladas de paisajes de ciencia ficción instaurados en nuestra realidad. Respiré tranquila pensando que aun podría disfrutar de algún baño en la playa antes de que mi ansiada estación se instaure en mí.
Una semana antes caminábamos por las orillas vírgenes del delta. Los cálidos rayos de los últimos minutos de la tarde peinaban las dunas mientras el mar calmado y expectante no cesaba su danza. Me dí un chapuzón y nadé hasta conseguir que mis pies colgasen en el agua, lo imprevisible yacía bajo mi. Sin llegar al faro comendador deshicimos el camino sobre nuestras huellas y esta vez el krill dejó reposarse sobre nuestros empeines. Al otro lado de las dunas las libélulas rojas jugaban entre las espigas de arroz.
Una semana antes caminábamos por las orillas vírgenes del delta. Los cálidos rayos de los últimos minutos de la tarde peinaban las dunas mientras el mar calmado y expectante no cesaba su danza. Me dí un chapuzón y nadé hasta conseguir que mis pies colgasen en el agua, lo imprevisible yacía bajo mi. Sin llegar al faro comendador deshicimos el camino sobre nuestras huellas y esta vez el krill dejó reposarse sobre nuestros empeines. Al otro lado de las dunas las libélulas rojas jugaban entre las espigas de arroz.
Uf! Què dramàtic! Tornem de nou a la feina aviat, i és inevitable sí, però el meu tren no s'arrossega penosament sinó amb alegría, en el meu cas cap al nord. Espere que aquest curs nou sigui tan fructífer i tan bo com a mínim que l'anterior :)
ResponEliminaPenses que és dramàtic? A voltes hi ha petits moments que et transporten i n'hi ha d'altres ens els que t'hi quedaries per sempre. N'hi ha de tot i a buscar gambes hi estem tots.
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