Llega el momento en el que después de esperar y esperar, las luces se apagan y el corazón se llena de luz. Una combinación de luces, colores y ruidos que transportan tu imaginación a lugares que nunca habías soñado explorar. Entonces se encienden de nuevo las luces y vuelves al mundo real. Amanece y con la luz del día ya no es la luz sino el estruendo el que se instala en tu corazón y tu mente para ser brújula y motor...
Y tal vez la luz del corazón ilumine más que la luz de las fallas y los fuegos artificiales que te rodean.
ResponEliminaHay momentos para la luz, momentos para la oscuridad. Hay momentos para el ruido, momentos para el silencio... y en cada uno de ellos, disfrutar se puede, o al menos saborearlo.
ResponEliminaSeñorita de la Huerta, hoy lunes ha sonado en Música es tres la banda sonora de su vida en 65´ No me diga que no lo ha escuchado, una lástima. Me acordé de usted. Saludotes.