Relleno el lado derecho de la cama con almohadas,
duermo contra ellas para sentirte.
La alarma me despierta
cuando tu radio despertador me susurra las noticias.
Uso tu albornoz,
mientras el mío se seca después de la lluvia.
Recojo el periódico
con el documental que encargaste.
Mientras lo leo,
tomo mis cereales bañados en tu cacao.
Esta noche
cenaré en tu silla,
escribiré en tu mesa,
leeré tus libros,
dormiré en tu lado de la cama,
esperando a que un día lo puedas hacer tu.
¿Seguiré despertando con un dolor intenso en el corazón?
Cada mañana le hago un redondel al día en el calendario,
esperando que sea el día.
Al final acabo tachándolo antes de dormir,
tampoco hoy has vuelto.
Quizás sin darte cuenta te caíste en el hueco de la lavadora y te encogiste. Estoy esperando a que vuelvas y en realidad no puedo oír tus gritos de desesperación para sacarte del agujero negro.
...voy a buscar la lupa.
Enormemente inspirado su escrito, miss De La Huerta, espero que la causa de sus desvelos vuelva pronto al hogar (desde la lavadora, claro). Tenga cuidado con el centrifugado
ResponEliminaMuy buena la imagen. Me recuerda una maqueta que tuvimos que hacer para la asignatura de Fundamentos del Habitar. Un trazado de las trayectorias que alguien acometía para hacer cualquier cosa.
ResponEliminaSaludos, (y me alegro de que poco a poco te estés vampirizando).
¿Estas seguro que conoces a la ausente?
ResponEliminaEs mucho trabajo suplantarla.
La imagen esta muy lograda.
Me gusta su ausencia laberíntica.
Pues mira, LoveSick, normalmente me dicen que use el programa menos agresivo... aunque quizás sí que querría que utilizase más revoluciones en el centrifugado.
ResponEliminaVampirito Mordisquitos, si vas al link que he puesto del autor de la fotografía te llevará a sus comentarios. Hace una larga disertación sobre el porqué de esas líneas. Se trata de una serie de fotografías con un nexo en común, las cuerdas rojas.
MBI, perdona :o pero no te acabo de pillar lo que me quieres decir, aunque quizás se trata de un comentario laberíntico ;)
La vida esta llena de ausencias, que paradogicamente son vacíos que nos llenan el alma...
ResponEliminaSaludos desde Bs As
Juan
Tienes toda la razón Juan, cuando nuestros queridos desaparecen creemos que nos dejan un gran vacío pero en realidad es el dolor de la ausencia el que lo llena. Nuestro trabajo es el de espantar ese dolor para permitir que el vacío sea llenado por todos los recuerdos y experiencias.
ResponEliminaMuchas gracias por tu visita des del otro lado del charco ;)
Les absències, tant importants o més que les presències (això no ho hauria d'estar escrivint jo...). B7.
ResponEliminaI per què no ho hauries d'escriure, tens tota la raó. És important que les absències segueixin presents ;)
ResponEliminaUna abraçada!