Fue en ese preciso instante cuando empezó a desintegrarse. En adelante todo fue decadencia en su cuerpo y en los que la rodeaban. Empezó a fallarle la vista, después las piernas, y poco a poco fue perdiendo vida. Se dejó llevar por aquel espacio inerte que llegaría y del cual ya era espectador. Su alrededor también caminaba el paso de un tiempo que ya nos puso fecha de caducidad.
21.XII.2014
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