30 de juny 2008

23 de juny 2008

Caótica Alegria




El caos llama al caos, y de qué manera!!
Una marabunta de hormigas obreras ha entrado en mi seta. He apartado las cosas que teníamos en la entrada. He recogido los libros y los he metido entre hojas de platanero, a ver si consiguen mantener la frescura. Hoy es el primera día y he salido de mi hogar sin tiempo para echar la mirada atrás. No podía enfocar la vista y cuando llegue dentro de unas horas nada será igual. Una fina capa de polvo cubrirá mis esfuerzos, mis memorias, mis ilusiones. Mis inquilinos han acabado entre la taza del váter y el bidé. La despensa está llena de muebles y la cocina de escombros. Aunque parezca que en marchar ya había empezado todo, no ha sido así, sino unos minutos más tarde. Pavor me da el volver a mi seta y verla tambaleándose. La fresquera iluminada verá atónita como todo cambia a su alrededor e incluso su situación, ahora que ya se había acostumbrado a su último cambio de dirección.
El caos llama al caos, y de qué manera!!


20 de juny 2008

Principi i Final




|CATALÀ|

Recién acabas de cumplir ochenta y dos años. Y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco volví a enamorarme de ti una vez más y llevo de nuevo en mí un vacío devorador que sólo sacia tu cuerpo apretado contra el mío. [...] Espío tu respiración, mi mano te acaricia. A ninguno de los dos nos gustaría tener que sobrevivir a la muerte del otro. A menudo nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría pasarla juntos.
André Gorz
Carta a D. Historia de un amor

Sembla mentida com en un mateix dia poden passar tantes coses, importants i decisives com per a marcar la teva vida.
Néixer un dia
viure'n molts
gaudir-los tots
però amb un buit al pit que no s'esvaeix desde fa un any.

M'ho he de pensar,
quan torni del cap de setmana a Barcelona t'ho dic.
(e)(o)(u)



|CASTELLANO|
Principio y Fin


Recién acabas de cumplir ochenta y dos años. Y sigues siendo bella, elegante y deseable. Hace cincuenta y ocho años que vivimos juntos y te amo más que nunca. Hace poco volví a enamorarme de ti una vez más y llevo de nuevo en mí un vacío devorador que sólo sacia tu cuerpo apretado contra el mío. [...] Espío tu respiración, mi mano te acaricia. A ninguno de los dos nos gustaría tener que sobrevivir a la muerte del otro. A menudo nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría pasarla juntos.
André Gorz
Carta a D. Historia de un amor

Parece mentira que en un mismo día puedan pasar tantas cosas, importantes y decisivas como para marcar de lleno tu vida.
Nacer un día
vivir muchos
disfrutarlos todos
pero con un vacío en el pecho que no se desvanece desde hace un año.

Lo tengo que pensar,
cuando vuelva de mi fin de semana en Barcelona te digo.
(e)(o)(u)


18 de juny 2008

Caracoles, arañas y cocodrilos, una fauna en mi cabeza


Grandes caracoles no paran de moverse, arañas pequeñas y peludas no cesan de saltar por todo el techo. Del interior de una gran caracola aparece un cocodrilo chato con unos grandes ojos rojos y empieza a comerse los caracoles. Las arañas me caen en la espalda mientras parejas de amigos se estiran en unas camas de matrimonio que de repente han aparecido en una pequeña habitación. Llego y pretenden entrar en mi casa una pareja mayor de rumanos junto con otro chico. Aunque les cierro la puerta ellos se cuelan por la puerta grande de la izquierda de la casa. Mi madre se pone a llenar cajas cajas e intento disuadirla ya que aun es pronto para ello. Entonces viendo que mi espalda se llena de arañas le pido a la señora rumana con el pañuelo en la cabeza que me las quite. Como sé que no me entenderá lo único que se me ocurre es señalarle mi espalda y decirle: "Spiderman!Spiderman!"


16 de juny 2008

Artilugios para un vagabundo


Una cosa te lleva a otra y sin darte cuenta, una cosa que hacía tiempo que no estaba presente pasa a formar parte de tu vida apareciendo referencias a él constantemente. Hace unos días el hecho de encontrar un vagabundo delante de mi casa me llevó a recuerdos ya enterrados. Desde entonces han pasado cosas, unas cuantas. El sábado volví a ver una de las trotamundos que corren por mi barrio. Estaba en la puerta del mercado central y seguía con su aspecto saludable.
Ayer por la tarde volviendo de un día agotador me sorprendió una melodía que sonaba al pasar por la calle del Hospital. Una madre mayor con pelo tintado, de raya blanca, largo y recogido. A su derecha su hijo mayor con guitarra en mano y balanceándose con un movimiento parecido al de un niño autista. Tenía un ojo blanco y con el otro no parecía poder ver pero cantaba como los ángeles esperando que alguien dejase un moneda en la bandeja. ¡¡Canta como los ángeles!! Nunca había oído cantar así, con esa melodía al unísono de voz y guitarra, en medio de la calle... ya veríamos que si estos que venden tantos discos serían capaces de cantar así en esas condiciones. La grata sorpresa de su música sobrepasó la primera que tuve al reconocerlos como la madre que con una bandeja de plástico pide dinero a la salida del supermercado mientras a su derecha no para de balancearse su hijo con una guitarra enfundada en la espalda.
Esto no había sido suficiente, pues ayer también, por la noche, fui a dar un paseo por esas callejuelas que siempre veo sucias, llenas de gente borracha, de tíos que se mean en cualquier esquina, de gatos merodeando por todos los solares abandonados, de bolsas de basura rotas, de latas dejadas en cualquier rincón... Cuando volví resultó que solo tenía una llave en mi bolsillo, me faltaba una y no podía entrar a mi casa. Pasé cerca de la plaza Redonda y pensé que si no encontraba solución podría pedir un trozo de cartón cerca de alguno de los vagabundos que la habitan. Pasé por las papeleras circundantes pero nada me servía. Abrí todos los contenedores y me los encontré todos los vacíos. Busqué en los cubos de los restaurantes pero solo tenían cartón o cosas inservibles para allanar mi casa. Caminaba mirando a lado y lado de la calle y parecía estar todo limpio, en aquel momento quería que la suciedad inundara las calles para poder encontrar cualquier artilugio. Miraba dentro de las vallas que cerraban las casas en proceso de rehabilitación y nada había. Finalmente en un solar encontré una tapa de tupper, unas muestras de parquet, una botella de plástico, un catálogo de Sorolla, una tarjetita de un restaurante y unos plásticos duros. Al entrar a mi casa reí, una risa mezcla de alegría y desesperación. Dormí caliente en mi cama pero...


11 de juny 2008

Rodamóns


Vagrant by Natashenjka



|CATALÀ|

Havia llegit una història de rodamóns, bé en realitat era un de sol. Es tractava d'una mena de rodamón bo, en el sentit que posseïa la saviesa i la cultura que restava amagada a la societat i havia hagut de fugir d'ella per a poder gaudir-la. Quan era petita la meva mare sempre ens alliçonava per a que deixéssim l'habitació ben endreçada i el discurs sempre acabava amb l'amenaça d'anar a viure a sota del pont. En aquell moment a mi se m'apareixia els dos ponts que teníem al costat de casa i que permetien passar per sobre de la Ronda del Mig. Tot i que sabia que era una manera dolça de pressionar-nos una mica, també recordo que en aquella època començava a conèixer els rodamóns que deambulaven pel barri amb les seves bosses de plàstic, els peus bruts sense sabates i gran quantitat de culpes i cabòries sobre l'espatlla. M'ha vingut a la memòria que sempre n'hi havia un que dormia a una mena de replà al costat d'un garatge en una de les escales del meu costerut barri, no sabria dir quina cara tenia però sempre dormia allà mentre jo podia dormir al llit que se'm començava a fer curt. L'estiu passat em vaig mudar cap a un pis situat d'un barri que més aviat s'assemblava a un poblet pels seus petits i irregulars carrers, els seus edificis de poques plantes, les seves botigues, la gent que hi passeja i pel fet de ser el barri històric de la ciutat. Ja se sap que a l'estiu tota cuca viu i tothom surt al carrer, fins i tot els rodamóns també se'ls pot trobar més. Els primers mesos de viure al nou pis vaig arribar a conèixer tota la fauna i flora dels solars abandonats i també el veïnat, però els rodamóns sempre són els que es deixen veure més. Me'ls vaig arribar a conèixer tots, les seves excentricitats, els seus hàbits, els seus llocs de reunió, les marques de cervesa i vi preferits. Tot i que encara estem a la primavera, no han tornat i em fa por que hagin pogut sucumbir a l'hivern o que hagin anat a un altre barri o vés a saber si a una altra ciutat. Tota aquesta reflexió anterior ha sorgit per una cosa que va passar aquest cap de setmana passat i que ha estat com una flama que ha mostrat la llum al meu pensament. Vaig tornar de viatge el cap de setmana i en arribar a casa, a la cantonada del davant, hi havia un rodamón assegut a terra recolzat a la paret llegint una revista. Tenia molt cabell, unes ulleres de pasta fosca gruixuda i de vidre rodó, molta roba i fins i tot guants i barret de llana. Mostrava un gran interès per la revista. Em va sobtar però no el suficient per detindre'm per entrar a casa, desfer la maleta i col·locar el menjar a la nevera. De tant en tant sortia al balcó i astorada presenciava la imatge d'aquell rodamón que mentre llegia no s'immutava per res. Es va anar tancant la nit, vaig sopar i em vaig posar el pijama, per darrer cop vaig sortir al balcó, en el mateix lloc i en la mateixa posició es trobava aquell home que en certa manera s'assemblava al rodamón bo que havia imaginat.
L'endemà ell ja no hi era però la revista restava en el mateix lloc.



|CASTELLANO|


Vagabundos
Leí una historia de vagabundos, en realidad era uno solo. Se trataba de una especie de vagabundo bueno, pues poseía la sabiduría y la cultura que se mantenía escondida en la sociedad y había tenido que huir de ella para poder disfrutarla. Cuando era pequeña mi madre siempre nos aleccionaba para que dejáramos la habitación ordenada y el discurso siempre acababa con la amenaza de ir a vivir debajo el puente. En aquel momento se me aparecían los dos puentes que teníamos al lado de casa y que permitían pasar por encima de la Ronda del Mig. Aunque sabía que era una manera dulce de presionarnos también recuerdo que en aquella época empezaba a conocer los vagabundos que deambulaban por el barrio con sus bolsas de plástico, los pies sucios sin zapatos y gran cantidad de culpas y preocupaciones sobre sus espaldas. Me viene a la memoria que siempre había uno que dormía en una especie de rellano al lado de un garaje en una de las escaleras de mi empinado barrio, no sabría decir qué cara tenía pero siempre dormía allí mientras yo dormía en la cama que se me empezaba a quedar corta. El verano pasado me cambié a un barrio que parecía a un pueblecito por sus pequeñas e irregulares calles, sus edificios de pocas plantas, sus tiendas, la gente que pasea y por el hecho de ser el barrio histórico de la ciudad. Ya se sabe que en verano "todo bicho vive" y todo el mundo sale a la calle, incluso es más fácil ver a los vagabundos. Durante los primeros meses llegué a conocer toda la fauna y flora de los solares abandonados y también el vecindario, pero los vagabundos siempre son los que se dejan ver más. Llegué a conocerlos a todos, sus excentricidades, sus hábitos, sus lugares de reunión, las marcas de cerveza y vino preferidos. Aunque todavía estamos en primavera, no han vuelto y me da miedo que hayan podido sucumbir al invierno o que hayan ido a otro barrio o ve a saber si a otra ciudad. Toda esta reflexión anterior ha surgido por una cosa que pasó este fin de semana pasado y que ha sido como la luz de mi pensamiento. Volví de viaje el fin de semana y al llegar a casa, en la esquina de delante, había un vagabundo sentado en el suelo apoyado en la pared leyendo una revista. Tenía una gran mata de pelo, unas gafas de pasta oscura gruesa y con cristales redondos, llevaba mucha ropa, incluso guantes y sombrero de lana. Mostraba un gran interés por la revista. Me sorprendió pero no lo suficiente como para detenerme al entrar en casa, deshacer la maleta y colocar la comida en la nevera. De vez en cuando salía al balcón y asustada presenciaba la imagen de aquel trotamundos que mientras leía no se inmutaba por nada. Se fue cerrando la noche, cené y me puse el pijama, por última vez salí al balcón, en el mismo sitio y en la misma posición se encontraba aquel hombre que en cierta manera se parecía al trotamundos bueno que había imaginado.
Al día siguiente él ya no estaba pero la revista permanecía en el mismo lugar.


08 de juny 2008

Folk als mercats - Xò fred no val ré


La carpa i el porró by AlegriaDeLaHuerta


|CATALÀ|

Passa un dia que vas a comprar al mercat les verdures, el peix, la fruita i de sobte trobes que la música t'envaeix.

Magnífica la iniciativa del CAT dintre del XXI Festival Tradicionàrius anomenada Folk als mercats. El que volien és que durant vuit dissabtes la música es barregés amb l'olor a fruita i embotit. Han organitzat vuit concerts repartits pels quatre mercats de la Vila de Gràcia. Per sort vaig poder assistir al setè, en el que el quartet dels Xò fred no val ré es van anar passejant entre parades de fruita, carn, peix, verdura, embotits. Va ser interessant veure la cara de la gent mentre comprava entre un sac de gemecs, una tarota, un flabiol i un trombó. Finalment els aplaudiments i els nens que seguien amb els ulls oberts. Si Mahoma no va a la muntanya que la muntanya hi vagi a ell, doncs bé, si estem perdent les nostres tradicions serà qüestió d'acostar-les a la gent per a fer que les tinguin més presents i siguin viscudes.



Trombon and fruits by AlegriaDeLaHuerta


|CASTRLLANO|

Llega el día que vas a comprar al mercado las verduras, el pescado, la fruta y de repente la música te invade.

Magnífica la iniciativa del CAT dentro del XXI Festival Tradicionàrius llamada Folk als mercats (Folk en los mercados). El objetivo ha sido que durante ocho sábados la música se mezclase con el olor de la fruta y el embutido. Han organizado ocho conciertos repartidos por los cuatro mercados de la Vila de Gràcia (barrio de Barcelona). Por suerte pude asistir al séptimo en el cuarteto Xò fred no val ré (Pero frío no vale nada) fue paseando entre los puestos de fruta, carne, pescado, verdura, embutidos. Interesante la cara de la gente mientras compraba entre un sac de gemecs, una tarota, un flabiol y un trombón. Finalmente los aplausos y los niños que seguían con los ojos abiertos como platos. Si Mahoma no va a la montaña que la montaña vaya a él, pues bien, si estamos perdiendo nuestras tradiciones será cuestión de acercarlas a la gente para que estén más presentes y vivas.


05 de juny 2008

Massa Crítica - 6 Juny - No li donis més voltes



Pues eso, que mañana no sé si hará buen día o habrá que sortear la lluvia. Sigo sin poder acudir a la cita y mientras le meto los cuernos a mi bici con el autobús, por suerte la contrapartida es que leo más como se puede ver en la sección de libros que voy rellenando en la derecha. Tampoco está mal cambiar durante un tiempo la libertad de movimientos y la ecología por la movilidad pública y la cultura.

Por cierto, este sábado 7 de Junio hay una bicifestación nudista que sale a las 16h de la Feria Alternativa (cauce del río Túria). Cada uno y cada una decide hasta dónde implicarse con el tema del nudismo, podéis asistir como queráis: en bici, andando o en patines; podéis ir disfrazados, desnudos o semidesnudos; La desnudez integral es preferible pero de ningún modo es una condición rígida, lo importante es compartir una experiencia diferente y pasarlo bien.


04 de juny 2008

Embulls


Desenfoc d'embull d'orquídees by AlegriaDeLaHuerta


|CATALÀ|


Marea de meduses
Marea d'algues
Amanida d'algues amb meduses


Supernova
Pols còsmic
Forat negre


Desert neuronal
Fons de sac buit
Línia infinitament tendint a zero


Crit
Inconnexió
Dolor





|CASTELLANO|

Marea de medusas
Marea de algas
Ensalada de algas con medusas


Supernova
Polvo cósmico
Agujero negro


Desierto neuronal
Fondo de saco vacío
Línea infinitamente tendente a cero


Crit
Inconnexió
Dolor


02 de juny 2008

La música és vida i la memòria les nostres tradicions


|CATALÀ|
Després d'un dia extenuant arribava a Barcelona amb ganes de sopar i dormir fins l'endemà, però els caps de setmana es fan curts quan tornes a casa i vols complir veient a tothom. Havia quedat a Fontana i caminava pel meu barri veient nous restaurants, noves parades del Bicing, noves pacificacions de carrers, noves cases okupades i desokupades. El carrer d'Astúries cada cop més agradable i ple de gent, però a la cantonada la Travessia de Sant Antoni em va hipnotitzar portant-me a veure com havia quedat la reforma del CAT. L'escultura en bronze d'Anna Frank estirada llegint un llibre sobre la porta del CAT seguia sent-hi, però per dintre tot era nou. Recordava que després del concert, en el moment del ball quan feia una estona que anaven et deixaven entrar. Les portes obertes de la sala de ball deixava anar notes de ball de bot mallorquí. Vaig tenir una petita conversa amb el noi de l'entrada:
-Vols entrar??
-Sí, però és que no tinc entrada - Amb una mica de vergonya abaixava el cap.
-Dona, entra! No et preocupis.
-Ja, però és que he de marxar.
No me'n vaig poder estar i al final la sala del CAT em va engolir. Vaig veure el nou escenari, el nou parquet i vaig sentir els peus de sempre matxacant el terra mentre ballaven una jota. La música era nova, Música Nostra estava presentant el seu nou disc +D26. Tantes nits i tantes hores havia passat en aquella sala ballant, suant, rient, estimant, aprenent, parlant, cantant, emocionant-me... i si no hagués estat perquè m'estaven esperant m'hagués tret el jersei i hagués tornat a ballar. Marxava mentre Música Nostra tornava a tocar i de nou el CAT després de tant temps d'obres tornar a posar el folk i les tradicions a disposició de tots nosaltres.
La música és vida i la memòria les nostres tradicions.



|CASTELLANO|
Después de un día extenuante llegaba a Barcelona con ganas de cena y dormir hasta el día siguiente, pero los fines de semana se resultan cortos cuando vuelves a casa y quieres cumplir viendo a todo el mundo. Había quedado a Fontana y caminaba por mi barrio viendo nuevos restaurantes, nuevas paradas del Bicing, nuevas peatonalizaciones de calles, nuevas casas okupadas y desokupadas. La calle de Asturias cada vez más agradable y llena de gente, pero en la esquina la Travesía de Sant Antoni me hipnotizó llevándome a ver cómo había quedado la reforma del CAT. La escultura en bronce de Anna Frank leyendo un libro estirada sobre la puerta del CAT seguía ahí, pero dentro de todo era nuevo. Recordaba que después del concierto, en el momento del baile un rato después de empezar te dejaban entrar. Se escapaban notas de ball de bot mallorquín a través de las puertas abiertas de la sala de baile. Tuve una pequeña conversación con el chico de la entrada:
-Quieres entrar??
-Sí, pero es que no tengo entrada - Con un poco de vergüenza bajé la cabeza.
-¡Mujer, entra! No te preocupes.
-Ya, pero es que me tengo que ir.
No lo pude resistir y la sala del CAT me engulló. Vi el nuevo escenario, el nuevo parquet y sentí los pies de siempre machando el suelo mientras bailaban una jota. La música era nueva, Música Nostra estaba presentando su nuevo disco +D26. Tantas noches y tantas horas había pasado en aquella sala bailando, sudando, riendo, amando, aprendiendo, hablando, cantando, emocionándome ... y si no hubiera sido porque me estaban esperando me hubiera quitado el jersey y hubiera vuelto a bailar. Me marché mientras Música Nostra volvía a tocar y de nuevo el CAT después de tanto tiempo de obras volvía a poner el folk y las tradiciones a disposición de todos nosotros.
La música es vida y la memoria nuestras tradiciones.