Abuelo: Fíjate, con la manguera limpian las estatuas de la fuente.
Nieta: pero... ¿por qué están sucias?
Abuelo: Es que el agua de Valencia es muy mala y ensucia el metal.
Nieta: ah... qué bonitas son las palomas. - pensando, y si el agua ensucia, ¿cómo pretenden limpiarlas con agua?
Señorita Alegría. Ya es septiembre. O sea que ya asomo de nuevo a incordiar, como el niño ese de las pecas que se le cayó el balón en tus macetas y pretende recogerlo. Pues ése soy. He vuelto con las mismas ganas que antes de marcharme, o sea, ningunas. Pereza total y absoluta, para qué negarlo. Vuelta a la actividad rápida y yo no puedo. Sé que ha echado en falta mis comentarios ingeniosos y mis pensamientos impuros, lo sé. Fuera modestia, necesitaba de sus consejos, doctora, pero eso ya para otro día. Sigo con la limpieza. Mañana volveré, y al otro, y al otro, y al otro... besos.
ResponEliminaYa he visto que Teo anda un poco desanimado, por no decir pasota o como ha dicho él, indiferente. Por cierto, ¿cómo sabía que un niño con pecas me ha reclamado su pelota después de hechar al traste mi gran plantación? Veo que ha llegado renovado y con grandes dotes de adivinación. Suerte que me amenaza con sus visitas diarias, pero por favor no vuelva a hacerme esto, ha estado ausente demasiado tiempo y ya no sabía qué hacer para ganarme la vida, incluso había pensado en la prostitución intelectual, por suerte ha vuelto y puedo desechar la idea. Por la huerta siguen pasando los de siempre, algunos nuevos y podríamos decir que solo faltaba usted. Le recomiendo para su síndrome post-vacacional que lea lo que he estado haciendo mientras se ausentaba, a ver si así recuperamos la sesiones perdidas.
ResponEliminaAtentamente,
AlegriaDeLaHuerta
Contradicció sense resposta - típicament valenciana. Viva el procés d'integarció!!
ResponEliminaAhí estamos ;)
ResponEliminaMe asusta usted, señorita. Gracias por sus consejos. Necesito tiempo, voy a leer lo ocurrido por la huerta en este tiempo vacacional. Verdaderamente necesito de un proceso de adaptación. Ayúdeme. Yo no puedo. Soy débil. Lo reconozco.
ResponElimina¿Por qué le asusto? Usted pasito a pasito vaya leyendo y ya verá como poco a poco llega al septiembre y ni se da cuenta, ya completamente curado, o como mínimo con menos dolores intelectuales.
ResponEliminaLa Dra. Alegría ...
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