No es tan complicado. Escoger bien el programa de mano del trayecto, aquellas imágenes de aterciopelado mar, furiosos acantilados, campos de amarillentos cereales o plantaciones de cítricos. Finalmente, y para acabar de darle forma a esos paréntesis que te aislarán de tu vida durante poco más de una hora, debes elegir una buena banda sonora. La que acabe de transportarte y permitirte despegar de los raíles para llegar al viaje infinito. Si no fuera por ese loco bajito que no cesa en su empeño de hacer un bocadillo de mí mientras aporrea mi respaldo.
Este pequeño relato de menos de 100 palabras participó en el concurso de relatos de la Renfe...
Tienes que escuchar "Last train home" (Pat Metheny). Vale como banda sonora, como metáfora, como himno íntimo.
ResponEliminaUn abrazo, Alegrá
Después de todo un año de idas y venidas Málaga Sevilla en tren, tengo para unos cuantos relatos, pero no me he enterado de tal concurso... siempre tarde, siempre tarde.
ResponEliminajaumeduran, lo acabo de escuchar... sí que levemente tiene ese traqueteo del tren, no? Muchas gracias.
ResponEliminaSeñor de la Suburbia el tren es uno de esos espacios inspiradores, por las historias que acogen y por la concentración que nos genera. No sé muy bien como me enteré... quizás al año que viene tendremos más suerte. Un beso... últimamente no se prodiga usted por la consulta...
Ya te vale no haber ganado. Yo no me presenté para ponértelo más fácil :P
ResponEliminaEn fin, ya sabes que me pilló en una semana muy ocupada. Me alegro de que te animaras a enviarlo, aunque tenías tus dudas al principio.
No me extraña que no ganase... lo releo y puedo llegar a vomitar. De todas maneras, también tengo que reconocer que cuando leí el primer premio no me gustó nada.
ResponEliminaAl próximo quizás puedas participar ;)